A Vida Group colabora en la decoración de Mena La Finca, un espectacular espacio gastronómico y de ocio situado en Pozuelo de Alarcón
Apostar por la diversidad es una tarea que requiere de valentía. Que exige ímpetu e inquietud. Que precisa hacer caso omiso al temor a lo desconocido y que repara en lo diferente. En lo que es único. Como reza el dicho, en la variedad está el gusto.
Esa es la clave de bóveda de un espacio que se nutre de la disparidad. De los contrastes. De los juegos de luces y sombras. La piedra angular de un lugar que se define por su atrevimiento. Por su autenticidad y por su carácter desenfadado. Esa es, en definitiva, la razón de ser de Mena La Finca.
Situado en Pozuelo de Alarcón, Madrid, este punto de encuentro de la restauración y el ocio se configura como una pieza indispensable del exclusivo centro comercial LaFinca Grand Café, reforzando así su propuesta experiencial única en la que eventos, cócteles, gastronomía y ocio se dan cita en un entorno inmejorable.
Concebido y diseñado por la interiorista Alejandra Pombo, el establecimiento de Mena La Finca es la perfecta encarnación de lo espectacular. De lo irreverente. De lo inesperado. Sus más de 1.500 metros cuadrados y dos plantas albergan un ente vivo y cambiante, compuesto por diferentes ambientes que transforman sus vestiduras desde que abren sus puertas por la mañana hasta que se cierran pasadas varias horas desde el ocaso.
Encapsulando una irrepetible atmósfera, el espacio, además, destila la más pura esencia A Vida Group. Nuestra aportación en este singular ejercicio de interiorismo se hace notar gracias a los revestimientos y mobiliario creados por nuestros equipos, poniendo de manifiesto, una vez más, nuestras capacidades para afrontar proyectos en el ámbito del ocio y la hostelería.
Reinventando el descubrimiento del fuego
Si hay un concepto que define a Mena La Finca, es sin duda, el fuego. Ya sea a nivel gastronómico, estético o espiritual, este elemento está presente en cada rincón del espacio, bañándolo en una paleta cromática que convierte a los pasionales tonos rojizos en sus mejores aliados.
La volubilidad de la naturaleza de la llama se ve reflejada en lo azaroso de las formas y texturas que pueblan el conjunto. Patrones geométricos y acabados acanalados conviven con siluetas orgánicas y contornos sinuosos, evidenciando la capacidad del espacio para sorprender y pervivir en la retina de sus visitantes.
Muestra de ello son los exclusivos revestimientos creados por nuestros equipos, como el que engalana el techo de la planta baja. Compuesto por decenas de esferas incrustadas en un dilatado plano, su equilibrada disposición y su neutra pigmentación aportan una nota rítmica muy moderna a la zona de restaurante, gobernada por formas orgánicas y una auténtica explosión de color.
Por otra parte, destacan también nuestras piezas de mobiliario, presentes en ambas plantas del Mena La Finca y que tienen en el imponente lavabo de la zona de los servicios el mejor embajador de sus cualidades.
De textura heterogénea y factura sólida, el macizo diseño de este elemento lo convierte en la figura central de la estancia, reforzando la línea estética del lugar y su carácter formal ecléctico, pero sin dejar de lado nunca la cohesión que hace de Mena La Finca un espacio tan particular.