A Vida Group Barcelona participa en la construcción de Darvaza, una exótica y fascinante experiencia gastronómica y lúdica inspirada en un cráter de Turkmenistán
La gastronomía del presente (y del futuro) es un concepto más complejo. Más evolucionado. Comer o cenar han dejado de ser necesidades básicas para convertirse en experiencias. En auténticos placeres para los sentidos. Darvaza, en Barcelona, es un magnífico ejemplo de esa nueva forma de entender la cocina y el ocio.
A Vida Group jugó un papel muy relevante en la construcción de este establecimiento que es puro exotismo. Darvaza se inspira de hecho en un cráter que arde a 400º en Turkmenistán. Su nombre lo dice todo: La puerta del infierno.
Darvaza ha transformado las tierras de Mefistófeles en un pequeño paraíso visual y hedonista. La propuesta gastronómica orbita alrededor de las brasas y una excelente materia prima, pero la experiencia de los clientes se transforma a partir del contacto con la estética del local.
Una estética poderosa
El proyecto que hemos ejecutado en colaboración con Dpoch Studio a través de Instalaciones Sonotec es fuego, exotismo, pura experiencia. Colores, materiales y formas se combinan para crear un espacio visualmente muy poderoso.
Los artesanos de A Vida han dejado su impronta con piezas que llaman la atención del visitante desde el minuto uno. Monolitos decorativos de la recepción y el interior, el encapsulado del suelo, lámparas, apliques, mesas, las molduras que representan rocas y lava…
Infinidad de piezas que contribuyen a crear una atmósfera rupturista. Y extremadamente transversal.
Y es que Darvaza es mucho más que un restaurante con una propuesta gastronómica original. Es, también, un local que se transforma cuando llega la noche.
Un establecimiento que cuenta con una zona que sube de temperatura cuando cae el sol. DJ, espectáculos, coctelería… Una propuesta de ocio que se sale de lo ordinario.
El viaje a los infiernos, en Darvaza, es literalmente otra cosa…